jueves, 13 de noviembre de 2008

El culto espiritual es equivalente al avivamiento


PREDICACIÓN: EL AVIVAMIENTO
LECTURA INICIAL: 1 a los Corintios 14
TEXTO: Filipenses 2:10-11
TÍTULO: El culto espiritual es equivalente al avivamiento

INTRODUCCIÓN: Nuestros cultos deben adquirir un sentido especial que es el que el Señor está clarificando, este sentido debe ir en la línea de dirección de Dios para que el culto sea aceptado por Dios a quien en primera instancia es a quien se debe y quiere agradar.

El culto a Dios tiene tres niveles, todos ellos válidos, pero para los seres humanos solo se nos permiten dos de ellos, el segundo y el tercero, así:

1. Culto irracional: solo reacciones, naturaleza y animales (Salmo 19:1-6)
2. Culto racional: entendimiento, razón e inteligencia. (Rom. 12:1)
3. Culto espiritual: La fe arriba de la razón (Juan 4:24)

Entonces el culto espiritual es la máxima expresión de una relación fructífera con Dios, pues este es:

a) Superior a la razón (1 Cor. 14:4, 13-15) nuestro espíritu se edifica, aunque el entendimiento no, a no ser que haya además interpretación de lenguas y se convierta así en un culto integral, completo donde todo nuestro ser sea edificado.

b) Sobrepasa nuestras limitaciones y nuestras debilidades (Rom. 8:26-27) si en nuestras debilidades o por nuestras limitaciones no sabemos que pedir y en la forma más conveniente, estar en una disposición de culto espiritual nos ayuda a identificar el propósito de Dios y así poder entrar en su misma presencia.

c) Es el tipo de culto que el Padre busca (Juan 4:22-24)

d) Rom. 8:14-16, Como el Padre siempre da lo mejor a sus hijos, el culto espiritual es la forma como él nos eleva a niveles superiores, no para esclavizarnos, no para atemorizarnos, sino para que tengamos el derecho de clamar “ABBA PADRE” con confianza, no sintiéndonos presionados por nada, ni por nadie sino conquistados, dispuestos, regocijándonos en su presencia, aprovechando esos momentos en los que por el culto espiritual podemos pasar por encima de todas nuestras aflicciones presentes en el nombre de Jesús.

CONCLUSIÓN: “...El ocuparse del espíritu es vida y paz”, alabemos a Dios por esta vida que nos da, glorifiquemos su nombre en este momento, pasemos de un culto puramente racional a un culto con características espirituales que nos lleven a los lugares celestiales en Cristo Jesús, nuestro Señor.

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